*Flashback*
La sala
entera estalló en risas. Me sacudí mis rodillas y me giré, segundos después vi a todos mis compañeros
riéndose de mí.
-¡Sam se ha
caído!
Las risas se
volvieron más fuertes, por mis mejillas se propagó un tono rojizo, muestra de
la vergüenza que estaba pasando.
-¡Callaros
ya, no tiene gracia! – sollocé
Volví a mi
pupitre, pero antes de poder sentarme escuché su voz.
-¡Oh mirad,
la pequeña Sammy está a punto de llorar! – rió
En ese instante
me giré, y lo vi parado al fondo de la clase señalándome, era Louis Tomlinson, cómo
odiaba a ese engreído. Decidí ignorarlo, así que me senté antes de que Mrs.
Thomson empezara su clase de ciencias naturales.
Al final de
la lección Louis se me acercó para decirme algo.
-Sammy
quer..
-No me
llames así.
- Oh bueno,
el caso es que perdona si te he molestado con la broma de antes.
- Um bueno,
supongo que quedas perdonado.
- Claro,
pero que me ha encantado ver como has hecho el ridículo al caerte en mitad de
la clase.
La gente que
se encontraba a nuestro alrededor empezó a reírse y a burlarse de mí.
-Vete a la
mierda, imbécil – le dije a Louis.
Cogí mis
libros y salí de mi clase dirigiéndome directamente a la salida de la escuela.
*9 años más
tarde*
*Narra Sam*
Me había
quedado dormida, iba a llegar tarde a la universidad, todo por no poner el
maldito despertador. Me levanté de la cama, corrí hacia mi armario y me puse lo
primero que encontré: unos jeans, zapatillas deportivas y una camiseta de un
color liso. Después de vestirme, me peiné rápidamente.
-Bien, aún
faltan quince minutos para que empiecen las clases – me animé a mi misma.
Cogí mi
bolsa, revisé que estuviesen todos los apuntes, cogí mis llaves y me apresuré
hacia la puerta. Atravesé la calle y me dirigí hacia mi scooter color azul
marino, con un pequeño saltito me monté en el, arranqué el motor y comencé mi
trayecto hacia ‘Doncaster College’. A lo largo del camino me paré a pensar
todos los buenos momentos que había pasado en mi pueblo la verdad, su aspecto
no había cambiado para nada, seguía siendo ese pequeño pueblo acogedor en el
que había crecido.
Aparqué mi
scooter en las plazas reservadas para los alumnos y emprendí mi camino hacia el
interior del edificio. Justo antes de entrar en la sala correspondiente a la
clase de cálculo, mi móvil vibró en el interior de mi bolso, lo saqué y vi un
mensaje de mi antigua compañera de instituto, Ann, lo que me llamó la atención
ya que hacía mucho que no hablábamos.
‘¡Hola Sam!
¿Qué tal todo? Bueno vamos al grano,
además de mandarte este mensaje para ver como te va todo, te quería avisar de
que mañana, tendremos una reunión de antiguos alumnos en el instituto ‘Hall Cross´
, para volver a vernos todos.
Muchos besos
Ann’.
La verdad me
alegraba volver a ver a mis compañeros de escuela, después de pensar en algunos
de los recuerdos de mi escuela guardé mi
móvil y entré en la clase de Mr. Leemacks.
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