*Narra
Sam*
-Encantado
soy Louis Tomlinson- él le tendió la mano a mi padre- Usted debe
ser el Sr. Bentley si no me equivoco
-Está
usted en lo correcto- mi padre agitó efusivamente su mano
Louis
estaba sonriendo, pero por su expresión se notaba que estaba
nervioso bueno, al menos yo que ya conocía cada reacción de Lou me
di cuenta de aquello. Mi madre permanecía a un lado mirando
intrigada mientras mi padre y él hablaban.
-Un
placer conocerla Sra. Bentley- Louis le plantó un par de besos a mi
madre
-Igualmente...Louis-
pronunció fingiendo agrado
-Y
bueno Sam ¿Quién es este chico tan simpático?- dijo mi padre
sonriente
Tragué
saliva preparandome para contestar a la pregunta que me había
cuestionado mi padre, esperaba con todas mis ganas que se lo tomaran
bien, no me gustaría que mis padres no aceptasen a Lou.
-Papá,
mamá- les miré a los ojos respectivamente y luego a Louis que
parecía nervioso para ser sinceros- él es mi novio- pronuncié y
luego miré hacia el suelo
Mis
padres permanecieron en silencio unas décimas de segundo que
parecieron eternas, luego sentí los brazos de mi madre rodeandome
con fuerza, yo le devolví el abrazo y suspiré para echar fuera
todos esos nervios.
-Cariño,
no sabes cuánto me alegro de esto ¿Él es un buen chico?- me
susurró al oído
-Es
muy bueno para mí mamá- dije alegre
Ella
me besó en la frente y luego se separó, por encima de su hombro vi
a mi padre diciendole algo a Louis, sería el típico 'Cuida de ella,
si no te las veras conmigo' me reí con solo pensar en lo que le
estaría diciendo mi padre.
-Henry-
pronunció mi madre y el la miró- yo voy a entrar ya en casa- le
sonrió
-Yo
también Margaret espera- le dijo algo más a Louis y luego entró
con mi madre
Lou
me estaba mirando sonriendo me acerqué a él y le abracé por la
cintura, él me beso en la cabeza y me hizo cosquillas en la nuca con
la mano que tenía libre, yo era tan feliz junto a él.
-¿Cómo
ha ido todo?- le pregunté sonriendo
-Nunca
me has dicho que tu padre fuera sargento- dijo
-Es
que él no lo es- reí
-¿No?
Pues lo parece- rió
-Te
ha dicho que me tienes que cuidar y bla bla bla ¿no?- le miré a lo
ojos
-Sí,
algo así- sonrió
-Bueno,
tengo que entrar en casa mañana nos vemos cariño- le sonreí
-Hasta
mañana Sammy- me dio un corto
beso
Él
se separó de mí y se subió a su coche, yo permanecí parada en la
puerta mirando cómo se iba, cuando él arrancó el coche me mando un
beso imaginario yo le seguí el juego e hice que lo recogía del
aire, luego le guiñé un ojo. Cuando su coche despareció entre la
multitud yo entré en casa, mi padre se había aflojado el nudo de su
corbata y estaba sentado en el sofá con una lata de Coca- cola.
-Sientate
aquí- me miró sonriendo y dio unas palmaditas en el sitio libre en
el sofá
Me
senté a su lado y me abracé, le había echado mucho de menos yo
siempre había tenido una conexión muy especial con mi padre,
podíamos hablar de todo y confiábamos el uno en el otro.
-Te
he echado de menos papá- suspiré
-Yo
también Sam- me besó en la frente
Yo
estaba repasando su aspecto y fijandome en los detalles para ver si
algo había cambiado desde que nos habíamos visto en navidades, su
pelo color azabache tenía algunas canas sueltas más y tenía una
barba de dos días sin afeitar, su cuerpo no había cambiado para
nada él seguía teniendo esa estructura atlética que siempre le
había caracterizado. Yo había heredado los ojos de mi padre, ese
azul cielo que dependiendo de nuestro ánimo se veían más o menos
claros, estaba observando sus ojos cuando algo pasó por mi mente y
bueno, decidí hacerle esa pregunta aunque fuera un poco arriesgada.
-¿Qué
te ha parecido Louis?- le pregunté
-Aparenta
ser un buen chico, pero si te hace daño..- sentí cómo sus músculos
se tensaron- no me hago responsable de mis actos
-¡Papá!-
reí- él es muy bueno para mí y además creo que le has dejado
claro que pasaría si me hacia daño- reí
-Bueno,
le daremos una oportunidad- rió
-Eso
está mejor- le sonreí
-¿Por
qué no le invitas hoy a cenar? Así le conocemos mejor- planteó
-Mmm
bueno yo se lo preguntaré- me quedé pensativa
Me
levanté de mi asiento y subí a la planta de arriba, escuché a mi
madre canturrear en su antigua habitación y me acerqué a ese
cuarto. Mi madre estaba de pie mirando algunas fotos que cubrían las
paredes de la habitación y yo me apoyé en el marco de la puerta a
mirarla, segundos después ella se dió cuenta de mi presencia.
-¿Qué
haces ahí parada?- rió
-No
sé, estaba mirándote- sonreí- ¿qué estabas haciendo?- pregunté
-Recordando
todos los momentos que hemos vivido en esta casa- me sonrió con
añoranza
-Todos
fueron muy buenos- le dije
-Sí,
pero ahora te toca a tí hacer una vida aquí- me sonrió
-Bueno
mamá voy a mi cuarto a llamar a Louis, papá me ha dicho que le
invitemos a cenar esta noche- reí
-Papá
cómo siempre tan protector- sacudió la cabeza y rió
Me
dirigí a mi habitación, cogí el teleféno móvil y me tumbé en la
cama mirando hacia el techo, estiré las piernas hacia arriba y las
apoyé en la pared de modo que tenía la cabeza echada en la cama
pero el pelo me colgaba hacia atrás, marqué su número y al tercer
pitido su voz contestó.
-¿Dígame?
-Hey
Louis- pronuncié
-Hola
guapa- escuché su voz alegre
-Mis
padres quieren que vengas a cenar para conocerte mejor- le dije
-No
voy a salir vivo de esta- rió
-No
será para tanto- dije y mientras estaba trazando dibujos en el aire
con mis dedos
-Bueno
¿A qué hora tengo que estar en tu casa?- preguntó
-A
las diez- dije emocionada
-Vale,
hasta luego Sam- respondió
Luego
colgué el teléfono y me levanté de la cama, me empezaría a
arreglar ya para ayudar después con la cena a mi madre.
***************
El
timbre sonó y fui a abrir la puerta, me encontré con Louis
mirandome sonriente, él iba muy guapo llevaba una camiseta abotonada
hasta el cuello, sus típicos tirantes para las ocasiones especiales
y unos pantalones morados.
-Hola
cariño- le di un beso en la mejilla
-Wow,
que guapa estás- me cogió la mano y me hizo dar una vuelta sobre mí
misma
Me
había puesto unos jeans ajustados de color azul desgastado, una
camisa blanca con los hombros de encaje, mi chaqueta de cuero color
camel y unos tacones a juego. A decir verdad me gustaba mucho la ropa
que me había puesto hoy y al parecer a él también.
-Tú
también estás muy guapo- le guiñé un ojo y me acerqué a su oído-
vienes a mi casa vestido así un día sin mis padres y me
consideraría hacer otras cosas que no fueran cenar- le susurré
Sentí
cómo la piel de Louis se erizó por mi comentario y me reí, luego
le cogí de la mano y le invité a entrar en casa, él aun seguía un
poco descolocado por mis palabras.
-Buenas
noches Sr. Bentley- Louis se acercó a mi padre y le estrechó la
mano
-Buenas
noches Louis- le sonrió
-Hola
querido- mi madre sonrió mientras salía de la cocina secándose las
manos con un trapo
-Hola
Sra. Bentley- dijo él con una sonrisa
-Por
favor llámame Margaret, no me gusta que me traten de usted- rió y
se acercó a darle un par de besos
-Cómo
quieras..Margaret- sonrió
-Así
está mejor- le dijo
-Esta
noche se ve preciosa- le dijo a mi madre
-Muchas
gracias Louis- respondió con una risita nerviosa
Ella
volvió a la cocina y yo me acerqué a Louis por detrás para decirle
algo, me había hecho mucha gracia cómo había piropeado a mi madre,
pero en realidad mi madre se veía muy bien ella siempre había sido
una mujer preciosa, tenía el pelo rubio ondulado a la altura de sus
hombros y unos ojos de color gris que tenían un encanto especial.
-Hacerle
la pelota a mi madre, buena táctica- le susurré
-Sólo
intento ser amable- rió
-Es
broma, tonto- le abracé
-¿Qué
hay de cenar?- me preguntó
-Creo
que ancas de rana y algo más no sé- le dije para
gastarle una broma
-¿Qué?-
su cara se transformó
-Era
broma ¿Cómo vamos a comer eso tonto?- pasé mi mano por su pelo
-Menos
mal- suspiró
-¿Vamos
a ayudar a mi madre con las cosas?- le pregunté
-Claro
Fuimos
a la cocina y mi madre ya estaba emplatando la cena, ella nos miró y
nos dirigió una sonrisa, cuando terminó de poner todo en los platos
Louis y yo los llevamos a la mesa y nos sentamos.
-Papá,
ya está todo listo, ven a cenar- pronuncié
-Voy-
él se levantó del sofá y apagó la televisión
Por
primera vez en mucho tiempo mis padres y yo íbamos a comer juntos en
la enorme mesa del comedor, estaba feliz de tenerlos allí aunque
fueran solo un par de días. Ellos parecían haber aceptado a Louis,
aunque aún no sabían que él era famoso. Mi madre llegó y se sentó
al lado de mi padre, yo tenía a mi derecha a Lou y a mi izquierda a
mi madre.
-Espero
que os gusten los solomillos a la pimienta- pronunció mi madre
-Seguro
que están muy ricos- Louis le sonrió
Cada
uno comenzamos a comer y realmente aquellos solomillos eran una de
las cosas más ricas que había probado en mucho tiempo, siempre se
ha dicho que cómo la comida de una madre, ninguna.
-Y
bueno chicos ¿Cómo os conocisteis?- preguntó mi madre
-Es
una historia muy larga, pero tengo tiempo para contartela- le dije
Comencé
a hablar y explicarle cómo nos reencontramos y cómo hicimos tan
buenos lazos, aquellos lazos que poco a poco se convirtieron en amor.
Cuando terminé de explicarlo mi madre tenía una sonrisa enorme en
la cara, parecía haberle gustado nuestra historia.
-Es
cómo si el destino hubiera unido vuestros caminos- pronunció mi
madre mientras cortaba un trozo de solomillo
Aquella
frase resonó en mi mente 'es cómo si el destino hubiera unido
vuestros caminos' y a decir verdad parecía aquello, si no hubiera
asistido a a reunión en Hall Cross nunca lo hubiera conocido, y
ahora mismo no estaría en esta situación. Me alegraba saber que por
alguna casualidad nosotros nos encontramos y algo mágico surgió en
nuestro interior.
-¿Cuántos
años tienes Louis?- preguntó mi padre sin mirarle
-Veinte
años, y cumpliré veintiuno en la víspera de Navidad- le sonrió
-De
acuerdo- mi padre siguió comiendo
-¿Ahora
mismo a qué te dedicas?- esta vez habló mi madre
Ella
dijo la pregunta tabú, aquella que no me gustaba que supieran, él
era famoso y su rutina diaria incluía ser acosado por los
periodistas y las fans a diario, algo que también me afectaba a mí
y sabía que a mis padres no les iba a gustar aquello.
-Soy
cantante en un grupo- pronunció Louis
El
silencio se hizo en la sala, me temía lo peor, ya era era tarde
mis padres lo sabían y no había vuelta atrás, yo quería a Louis y
si ellos no aceptaban su trabajo lo iba a sentir mucho pero no iba a
permitir que intercediesen en mi relación.
-¿Cantante?-
dijo seco mi padre
-Sí,
él es cantante- le respondí
-Pero
a ver ¿estás empezando a ser cantante porque te gusta ese mundo o
ya eres cantante con contratos, giras y ese tipo de cosas?- preguntó
mi madre
-Ya
soy cantante con contratos, giras y ese tipo de cosas cómo dices tú-
Lou le sonrió
-De
acuerdo- respondió ella- voy a ser sincera pero espero que
compréndais mi opinión- dijo
-Vale-
le dije
-No
me encanta que él sea cantante porque ese trabajo conlleva ciertas
cosas que se que en algún momento te van a hacer sufrir cómo cuando
él esté separado de tí varios meses por un tour, que los
periodistas siempren saquen rumores, que siempre hayan fotos de
vosotros y otras cosas, pero Sam- ella me acarició la mano- si tú
has decidido estar a su lado y vivir esa vida yo te voy a apoyar
siempre porque soy tu madre- dijo emocionada y me besó en la frente
Yo
la abracé fuertemente, estaba muy feliz porque ella aprobaba mi
relación y me apoyaría en todo, ahora solo faltaba mi padre,
aquello costaría conseguirlo un poco más aunque yo siempre había
sido la niña de sus ojos.
-¿Cómo
se llama vuestra banda?- preguntó mi padre
-¿Eso
significa un sí?- dije sonriendo emocionada
-Sí-
dijo y me levanté para abrazarle
-Muchas
gracias, aunque no puedo expresarlo igual que Sam estoy muy feliz de
que aceptéis nuestra relación- escuché pronunciar a Louis, sabía
que él estaba también muy emocionado
-Si
tú la haces feliz siempre tendras nuestro apoyo Louis- le dijo mi
madre
-Gracias
Margaret- la miró sonriente
Yo
volví a mi asiento y miré a Louis muy emocionada, tenía ganas de
besarle y estar junto a él, pero delante de mis padres tenía que
guardar las formas, cuando estuvieramos solos ya expresaría todos
mis sentimientos. El resto de la velada transcurrió animadamente, y
al final llegó la hora de que Louis se marchase, mis padres se
despidieron de él y yo le acompañé hasta la puerta, por el rabillo
del ojo vi a mi madre haciendome señas cómo diciendo que nos dejaba
solos.
-No
sabes cómo de feliz estoy- me abracé a Louis y apoyé mi cabeza en
la curva de su cuello
-Tus
padres son increíbles- pronunció
-Cuando
dijiste que eras cantante creí que mis padres se opondrían, pero al
final se lo han tomado mucho mejor de lo que esperaba- le dije
sonriendo
-¿Sabes?
Eres los más importante para mí, y nunca me permitiría hacerte
daño, te quiero demasido cómo para eso- me miró directamente a los
ojos
Nuestros
labios rozaron delicadamente y nuestras respiraciones estaban
entrecortadas, aunque ya lo había hecho muchas veces cada vez que
iba a besarlo mi pulso se aceleraba y las mariposas surgían en mi
estómago, el presionó sus cálidos labios sobre los míos y me besó
con deseo, yo sentía que necesitaba tenerle cada vez mas cerca, mis
manos estaban en su espalda atrayéndolo hacia mí y nuestros labios
se besaban ansiosamente pidiendo cada vez más y más, de repente
empezó a hacer mucha calor y sentía que se agotaba el aire, me
separé de él y le acaricié la mejilla mientras le miraba
directamente a los ojos.
-Te
amo- pronuncié mientras la inmensidad de la noche se extendía sobre
el cielo