*Narra Sam*
Sentía la fría brisa de la mañana
entrando por las rendijas de la persiana, estábamos a principios de
Marzo pero aún seguía haciendo frío, estaba hecha un revoltijo
entre el edredón y las sábanas sin ganas de levantarme ya. La
melodía de mi móvil sonó, había recibido un mensaje, me resigné
a levantarme, solté un gran bostezo y me desperece lentamente
intentando espabilarme. Me levanté de la cama y cogí mi móvil para
ver aquel mensaje.
'Levantate ya dormilona, por fin llegó
el día ¡NOS VAMOS A LONDRES! Ahora baja y ábreme la puerta aquí
hace mucho frío'.
Una sonrisa apareció en mi cara, no
había olvidado para nada que hoy nos íbamos a Londres, al fin
juntos. Me fije en el final del mensaje 'Ahora baja y ábreme la
puerta' ¿Estaba fuera? Ríendo bajé las escaleras con el móvil en
la mano, atravesé el salón y abrí la puerta.
¡A buenas horas bajas! Con el frío
que hace aquí fuera, ahora me vas a tener que preparar un caldito-
dijo mientras entraba dentro
-Hola ¿no?- le pregunté aún
sosteniendo la puerta
-Hola- dijo ríendo mientras se sentaba
en el sofá
-Bueno ahora ¿Puedo volver a mi cuarto
y dormir plácidamente?- puse una cara de cachorrito
-No- rió
-Eres malo para mí- suspiré
-¡El peor!- gritó ríendo
-Voy a subir a mi cuarto a vestirme-
reí
Del armario saqué una camiseta roja
oscura ancha, un mono vaquero y mis converse blancas. Me vestí y
luego me recogí un moño despeinado, algo para estar cómoda, nos
quedaba un largo viaje y día de limpieza por delante. Volví a bajar
al salón, pero Louis no estaba allí, entré en la cocina. Él
estaba sentado en un taburete alto comiendo un par de tostadas con
mantequilla, le miré ríendo.
-¿Qué? Tenía hambre- dijo con la
boca llena
-Estas hecho todo un caso- me acerqué
y le di un beso en la mejilla
Abrí el frigorífico y saqué el brick
de leche y un poco de bizcocho de chocolate, me senté al lado de él
y comencé a desayunar.
-¿A qué hora llegan los de la
mudanza?- pregunté
Miré hacia el salón, todas mis cosas
estaban metidas en cajas y todos los muebles tapados con sábanas
preparados para los próximos inquilinos de la casa, iba a dejar
atrás muchos recuerdos tanto de mi infancia cómo de estos últimos
años pero a partir de ahora me esperababa toda una lista de
recuerdos increíbles junto a Louis.
-Llegan a las diez, justo dentro de una
hora- me dijo Louis
Faltaba solo una hora para irnos a
Londres, para comezar nuestra propia vida, junto a él, un cosquilleo
estaba posado en mi estómago desde ayer por la noche, estaba muy
feliz por todo esto, a partir de ahora sólo seríamos él y yo, sin
barreras, sin la distancia.
-Te quiero- le cogí la mano a Louis y
le di un pequeño apretón
-Yo también Sam- me dio un corto beso
Los dos terminamos de desayunar y
metimos en las cajas algunas cosas que faltaban por recoger, sin
darnos cuenta la hora había llegado, eran las nueve, se escuchó el
claxon del camión de la mudanza. Un par de trabajadores empezaron a
coger las cajas y meterlas en el camión, ahora la casa estaba
vacía, totamente vacía. Louis había ido a hablar con los de la
mudanza, yo estaba parada en la puerta principal mirando a mi
alrededor, me vi a mi con siete años correteando por el salón
mientras mi padre me perseguía, con cinco años cuando mis primos
vinieron a pasar la vacaciones a Doncaster, pero todo eso ahora eran
sólo recuerdos, recuerdos que siempre se quedarían en mi mente. Le
di una última mirada a mi casa y cerré la puerta, sin darme cuenta
una pequeña lágrima se me había escapado, la emoción. Estaba
andando hacía Louis mientras me secaba esa lágrima, él se acercó
preocupado.
-¿Qué te pasa cariño?- me abrazó
por la cintura
-Nada Louis, sólo que estaba pensando
en todos los recuerdos de esa casa, nada más- sonreí
-¿Entonces estás bien?- preguntó aún
sin creerselo mucho
-Sí, de verdad no te preocupes- le di
un beso
Los dos caminamos de la mano hacía el
coche, el camión de la mudanza ya estaba listo, nos subimos al coche
y Louis arrancó, las casas se desvanecían rápidamente a nuestro
paso, íbamos dejando atrás a los arboles y las personas que iban
caminando por la acera eran sólo unos espectros que se perdían en
el aire. Él aceleró un poco más la velocidad y ahora sólo se
distinguían unas pequeñas manchas de colores que correpondían a
las antiguas casas del pueblo, yo estaba mirando todo esto a través
de la ventanilla, dejando atrás todos esos recuerdos.
Hasta pronto Doncaster.
******************
-¿Puedo abrir ya los ojos?-
tenía los ojos cubiertos con mis manos
-Espera, sólo unos pocos
pasos más- Louis tenía sus manos en mi cintura y me estaba guíando
-Vale- reí
-Ya- no le vi pero sabía
que estaba sonriendo
Me quité las manos de los
ojos y entonces una enorme casa apareció ante mí, el exterior
pintado de un color tierra, varias ventanas adornaban la casa, un
jardín situado en la parte delantera de la casa, una chimenea se
asomaba en el tejado de la casa, eso era perfecto para las noches
frías de invierno, esa casa era impresionante, me encantaba.
-¿Te gusta?- Louis tenía
una sonrisa enorme en sus labios
-Louis es perfecta-
pronuncié aún asombrada
-Pues a que esperas, vamos a
entrar- me dijo y me cogió de la mano
Recorrimos un pequeño
camino de piedras que llevaba a la puerta principal, detrás de
nosotros se cerró una verja, seguridad pensé, Louis sacó unas
llaves de su bolsillo y las introdujo en el gran portón. Él abrió
y un enorme salón apareció ante mi vista, las paredes estaban
pintadas de un gris perla con sofales de cuero, varias mesas de caoba
con sus respectivas sillas, una televisón de un tamaño considerable
y muchos más muebles que contrastaban perfectamente. Las paredes
estaban cubiertas de fotografías, había fotos de él con amigos,
con su familia, pero sobre todo con los chicos. Había una que me
encantó, ellos cinco de espaldas en el escenario y miles de fans
llenando el estadio sólo para escucharles, increíble.
-Los de la mudanza aún no
han llegado, tardarán un poco más- dijo él
-Seguramente- le respondí
mientras seguía observando la casa
-¿Quieres ver nuestra
habitación?- él sonrió
-Claro que sí- le dije
-Vamos- él me cogió de la
mano y empezamos a subir la escaleras
Había una enorme pasillo
con varias habitaciones , nosotros caminamos a través de este,
entramos en el último cuarto de todo el pasillo, las paredes
pintadas en color marrón claro, una enorme cama con un edredón de
color blanco y varios cojines en distintas tonalidades del marrón,
iban del más claro al más oscuro, había un pequeño vestidor dónde
estaba parte de la ropa de Louis. Me fije en que la pared en la que
estaba en el cabecero de la cama estaba sin cubrir sin ningún cuadro
o alguna otra cosa.
-¿Ves ese vacío en la
pared?- señaló a lo que yo acaba de ver
-Sí- le miré
-Es para colocar un cuadro
con una foto de nosotros dos- él sonrió
Yo le abracé fuertemente,
escuchaba los latidos de su corazón, ese sonido siempre me había
tranquilizado, él me acariciaba la espalda. Le miré directamente a
los ojos y le besé con calidez, el roce de nuestros labios
produciendo mariposas en mi interior, nunca me hartaría de besarle,
sus besos eran una especie de necesidad para mí.
-Ahora no podría estar más
feliz- le dije sonriendo
*Narra Louis*
Los dos habíamos comido y
ahora estábamos limpiando la casa, yo estaba barriendo todo el salón
y Sam estaba limpiando los muebles de nuestra habitación. Los de la
mudanza llegaron al mediodía y dejaron todas las cajas, Sam ya había
ordenado toda su ropa y demás. Estoy tan feliz, al fin los dos
podemos estar juntos, todo el día disfrutando de nuestra compañía,
solos, sin nadie que nos moleste, Sam y yo estábamos completamente
enamorados él uno del otro y ahora sólo podía pensar en besarla,
abrazarla y tenerla entre mis brazos todo el día.
-¡Louis! Estoy muy
cansadaaaaaaa- la escuché gritar desde la habitación
Lentamente subí las
escaleras para que no me escuchase, caminé hacia nuestra habitación,
'nuestra habitación' que bien sonaba eso, entré en el cuarto y la
vi tirada boca abajo en la cama, caminé hacia ella y cuando estaba
cerca me tiré encima.
-¡No! Me vas a aplastar-
dijo entre risas
-¿Seguro?- la rodeé con
mis brazos
-Seguro- ella se giró
ríendo hacía mí para mirarme directamente a los ojos
-Tonta- le dije
Tenía mis brazos a cada
lado de su cintura y me acerqué para besarla, rocé mis labios con
los de ella sin llegar a besarla, ella pasó sus brazos por detrás
de mi cuello y me atrajo fuertemente, me besó con ganas, nuestros
labios irradiando calor, nuestras lenguas estaban enredadas en un
juego mientras me besaba. La temperatura empezó a subir, y yo sabía
perfectamente lo que aquello conllevaba, seguíamos besandonos pero
en un momento dado Sam se separó y me miró con una débil risita.
-Tenemos que seguir
limpiando- me dio un besito en la nariz mientras reía
-Lo dejaremos para otro
momento- le sonreí pícaro y le di un corto beso
Me quité de encima de ella,
luego me sacudí los vaqueros y le di la mano para ayudarla a
levantarse de la cama, ella me sonrió y pasó por mi lado, se agachó
y recogió el paño que estaba tirado en el suelo y se puso a limpiar
el armario. Me miró de reojo y me sonrió, sus ojos azules me
cortaban la respiración y su sonrisa hacia que el pulso se me
acelerase, ella eran ta preciosa con esa expresión angelical, pero a
la vez era tan sexy y ardiente cómo el propio infierno.
-Voy a seguir limpiando-
dije ríendo resignado
-Ánimo- ella me guiñó un
ojo
*Narra Sam*
Estaba terminando de
maquillarme frente al espejo de uno de los espaciosos cuartos de
baño que había en la casa, Louis y yo íbamos a dar un paseo por
Londres, me había puesto una falda de tubo negra ajustada que me
quedaba por encima de la rodilla, una blusa blanca suelta, unos
tacones negros con detalles dorados y un collar metalico color dorado
también. El pelo me lo había dejado al natural con mis débiles
ondulaciones estilizando mi melena, mi pelo era más bien liso pero
con la humedad se ondulaba un poco.
-Sam ¿Has terminado ya? Por
dios, llevas más de quince minutos maquillandote- escuché decir a
Louis desde la planta baja
-Ya voy impaciente- le
respondí alzando la voz
Justo había terminado de
maquillarme, hoy me había puesto algo más especial, un pintalabios
rosa chicle, sombra de ojos, eyeliner, rimel y colorete, guardé todo
en el estuche y salí del cuarto de baño. Sentí cómo Louis me
atravesó con la mirada, le miré y sus ojos azules estaban echando
chispas.
-¿Hoy no podemos quedarnos
en casa y salir otro día?- preguntó mientras me atravesaba con la
mirada
-No- reí
-¿Crees qué si te vistes
así me puedo resisitir a ciertos instintos?- rió
-Creo que eres tonto y que
por una noche podrás resistir- dije cuando llegué asu lado
-Bueno, al menos dame un
beso ¿no?- puso cara de cachorrito
-Los que quieras- le di un
corto beso
-Por cierto, tú también
estás muy guapo- le guiñé un ojo y el rió
Llevaba puesto unos
pantalones azul marino, una camisa blanca con sus típicos tirantes y
unas Toms a cojunto, realmente estaba muy guapo. Nos cogimos de la
mano y salimos de casa, comenzamos a pasear bajo la noche londinense,
me fije en que desde la casa de Louis se veía parte de la torre del
Big Ben, aquello era una buena vista.
-El otro día me despedí de
las chicas- pronuncié pesadamente
-¿Cómo se lo tomaron?- me
preguntó
-Estaban trsites pero se
alegraban mucho por nosotros dos- le respondí
*Flashback*
El silencio se apoderó de
la habitación, mis amigas paradas frente a mí mirandome sin saber
que decir, vi cómo los ojos de April se empezaron a empañar cada
vez más y más hasta que las lágrimas empezaron a caer. Ella se
levantó y me abrazó fuertemente.
-April por favor no llores-
dije con mi voz temblando débilmente
-Te voy a echar de menos
tonta- dijo medio sollozando
-Y yo también cielo- dije
-¿Cuándo te vas?- dijo
ella mientras se separaba limpiandose las lágrimas
-Mañana- pronuncié
Me fije en que Zoe y Susan
seguían en shock, sin asimilar lo que había dicho, permanecieron
sentadas en el sofá mirandonos sin saber que decir.
-¿Vais..? ¿Vais.. a vivir
juntos en Londres?- dijo Susan aún sorprendida
-Exactamente- dije
-Te voy a echar mucho de
menos Sam, la universidad sin tí no va a ser lo mismo- miró hacía
el suelo
-Yo no sé que decir- dijo
Zoe
-¿Qué te pasa?- le
pregunté
-Mi mente sigue sin creerse
el hecho de que mañana te vayas, es joder perder a una de mis
mejores amigas en un chasquido de dedos- dijo aguantando el llanto
-Pero no me vais a perder
chicas, sé que no va a ser lo mismo, pero la familia de Louis sigue
viviendo aquí y yo también tendré que venir a la universidad
varias veces para arreglar papeleos, cada vez que venga a Doncaster
no dudéis que yo voy a venir a veros- dije
-Y bueno enhorabuena, me
alegro por vosotros dos- dijo April
-Felicidades- dijeron Zoe y
Susan
-Pero cómo él te haga
daño..- rió April
Todas empezamos a reír,
seguían síendo mis amigas, esas tontas con las que podía pasar
horas y horas ríendo, llegaba el momento de decir adiós, a mí
también me dolía mucho separarme de ellas, pero había que hacerlo.
Pronto volvería a verlas.
*Fin del Flashback*
Louis y yo habíamos llegado
a la zona del centro, todo estaba repleto de gente ríendo y
paseando, parejas enamoradas cómo nosotros dos, familias que iban
caminando de la mano con sus hijos pequeños, este lugar tenía algo
que era mágico, las luces de colores adornandolo todo, los
majestuosos monumentos que se erguían sobre Londres, era todo, todo
lo de aquí me encantaba. Yo seguía mirando un antiguo edificio que
había sido cubierto por las enredaderas cuando sentí la mano de
Louis separarse de la mía, le miré y le vi cogiendo a una niña
pequeña en brazos mientras una mujer les echaba una foto, era una
escena muy tierna. Cuando el volvió le miré con una enorme sonrisa.
-¿Qué?- él rió
-Lo que acabas de hacer era
muy tierno- sonreí
-Bueno, ella me ha pedido
una foto nada más- rió
-Ya, pero era una niña
pequeña y no sé, se te veía tan lindo con ella en brazos- reí
-Sentimental- dijo y me dio
un beso en la mejilla
La noche transcurrió
rápidamente, estuvimos paseando por el centro de la ciudad entre
risas, besos y nuestras típicas tonterías, y cuando mis pies, por
culpa de los tacones, ya no podían dar más de sí volvimos a casa.
-¡Qué alguien me corté
los pies por favor!- grité ríendo mientra me quitaba los tacones
dentro de la casa
-¿Tanto te duelen?-
preguntó Louis
-Anda con unos de estos-
señalé los tacones- toda la noche y luego me cuentas- reí
-No gracias, me quedo con
mis zapatos- él rió
Subí a la habitación y me
quité toda la ropa para ponerme unos pantalones de pijama cortos a
cuadros y una camiseta ancha de las que uso para dormir, Louis subió
luego y también se puso cómodo para dormir. Me recogí una cola
alta y me metí en la cama, sentí cómo el colchón se hundió un
poco más con él peso de Louis cuando el se acostó, me giré hacia
él.
-Buenas noches- sonreí
-Buenas noches preciosa- me
dio un corto beso
-Creo que ahora mismo soy la
mujer más feliz del mundo- suspiré
-Por compartir cama conmigo
¿A que sí?- subió y bajó las cejas mientras tenía una media
sonrisa
-No tonto- le di un débil
puñetazo en el hombro mientras los dos reíamos a carcajadas en
mitad de la oscuridad
-Nos queremos, estamos
juntos en mi ciudad preferida sin nadie que nos moleste, la distancia
ya no es un problema, puedo seguir mis estudios aquí..¿Le ves algún
defecto a todo esto?- pregunté sonriente
-La verdad es que no, yo
también estoy muy feliz- sonrió y me abrazó contra su pecho
-No te muevas ni una
milésima, quiero dormir así toda la noche- le dije mientras me
abrazababa más fuerte a él
-Te quiero Sam- vi el brillo
de sus ojos chispeando en la oscuridad
-Yo también Louis, me
quedaría así para siempre- susurré
Aggg!! Me encantó. Bueno sigo leyendo la maraton, por lo que veo, debee de estar emocionante! Sigue escribiendo asi, me encantas<3
ResponderEliminarBesoooss, Ana.
Muchas gracias Ana, besos <333
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